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(10-8-1.998)
*OTOÑO*
(9º) CANTOS AL OTOÑO
Sobre caballos de
vientos
que llenan las
madrugadas
de sueños y
pensamientos.
...........................
Tras
las noches otoñales
se esconde la blanca
Luna,
entre espejitos de agua
y entre verde de
aceituna
Con su
corona de vientos
arranca de los jardines,
las perlas de las
esencias
de azahares y jazmines.
Los
cristales del silencio
se rompen con los
cuchillos,
de serenatas de nanas
que dejan sentir los
grillos.
Sobre
alazanes de luces
galopando las estrellas,
dejan versos escondidos
para que sueñen
doncellas.
Al morir las madrugadas,
dejan su misterio frío
y resplandores de plata;
donde se mira el rocío.
“”””””””
(12-8-1.998)
(10) LOS DOS RÍOS
Nacieron
los dos hijos míos
igual que nacen los
ríos,
libando de alguna
fuente.
.......................
Sin
darnos cuenta siquiera
llega la hora que
acelera,
la crecida de los ríos.
Con subidas otoñales,
y madurar de madroñales;
ya crecen los hijos
míos.
Ellos
mi alma llenaron
con cariño que dejaron:
cuando niños en mi
hogar,
Yo bebí sus alegrías,
y bebí las lágrimas
mías;
de felicidad... al
soñar.
Arroyo
de aguas mudas
que en tu silencio
desnudas
mi adorada juventud,
y baño mis alboradas
con las aguas sosegadas,
de purificada virtud.
Nacidos de aquellas
fuentes,
donde quietudes
presentes:
les marcaron su caminar,
encuentren leves en sus
vidas
las dolorosas heridas;
que hace el destino al
jugar.
<<Yo soy la fuente
manadora>>
de agua purificadora,
que los cauces ha de
llenar:
de sendos nacidos ríos
que hinchados sus poderíos;
triunfantes llegan al
mar.
...........................
Si a
vuestro pasar regáis
todo aquello que
sembráis:
-veréis que no hay
eriales-,
cuando con fe se
cultiva;
y la prudencia compasiva
es guardiana en nuestros
males.
“”””””””””
(17-8-1.998)
(11) YA SON OTRAS VIDAS
<<Con ansias yo vi
el llegar
aquellos inevitables
días,
que les vi de mi casa
marchar.>>
............................
¡Ay! el tiempo
tendencioso
que monta sobre el veloz
signo que manda al
reloj,
sin descanso ni reposo.
¡Oh! caminar silencioso,
de años, meses y días
que llevó mis alegrías
repartida en dos lugares
donde tienen sus
hogares;
mis dos crecidos
retoños.
Recuerdo sendos otoños;
ellos vieron luz de
vida,
y recogieron la caída;
zozobra de mi juventud.
Doy
gracias yo a la virtud
de la fértil naturaleza
que les llenó sin
pereza,
de felicidad sosegada
bajo la atenta mirada
del respeto y la
honradez,
calmando su inquieta
sed:
en las fuentes de su
hogar
pues no tendrán otro
lugar;
donde más pura agua les
den.
Con vuestro hacer el edén
estará rebosando flores,
con las esencias de
amores
que después tienen que
bañar,
con sus aromas vuestro
soñar.
Encontraréis en cada
flor
la fragancia y el color,
de sus pétalos de oro.
Es vuestro hogar tesoro
que nadie debe encontrar
donde tenéis que esperar,
con pensamientos muy
fijos
la llegada de los hijos.
En las
horas virtuosas
el amor dulce de
esposas,
repartiendo sus cariños
consolando a vuestros
niños,
y llenos de felicidad
viviréis con gran
ansiedad
esos momentos fecundos
con sus cariños profundos;
que dan los hijos al
llegar.
Entonces sabréis
enjuiciar,
que es, el cariño de
madre,
y el sentimiento del
padre,
cuando los hijos ya se
van.
¡más consuelo no
tendrán!
que buscar otros
lugares;
donde prontas soledades,
ya olvidados, hallarán.
“”””””””””
SONETO
Si de esta vida su
elocuencia
quieres hallar con plena
exactitud,
observa con los años la
actitud
que deja nuestro hacer
en la conciencia.
Quien cultiva con honra
la prudencia,
hallará en su sosiego la
quietud
y en el alma la paz rica
virtud,
al amparo del honor y de
la ciencia.
desde la fuente del
entendimiento,
donde con vigor a salir
se atreve
el caudal dormido del
pensamiento.
Y deja con sentir dulce
y breve,
madurez, tiempo, y conocimiento
a sabiduría que la mente
bebe.
“””””””””
(20-8-1.998)
(12) CAEN LOS DÍAS
Cosas nobles a tu lado
juntos hemos superado
con nuestros sueños de
amor,
¡superemos el resignado!
pasar del tiempo sin
temor.
.......................
Resplandores
de miradas
hicieron que el olivar
luciera las sosegadas
perlas negras
maduradas...
para velar nuestro
soñar.
Resplandores
ya rendidos
llegaban con gran porfía
y llenaron de alegría,
a los caballos dormidos;
¡sobre las claras del
día!.
Resplandores
de ternuras
iluminan a nuestras
vidas,
y en las tardes
florecidas
nos contagian sus
dulzuras
brisas, con sueños
vertidas.
Resplandores
son los sueños
que con cariño germinan
tras los días que
caminan,
sobre luces de
empeños...;
que a nuestro amor
iluminan.
Resplandores
que sedientos
sobre arco iris de
fragua
llegan y beben el agua,
que dejan nuestros
sentimientos,
a las agonías del alba.
Resplandores
de cariño
de nuestro amor
penitentes
¡aguas de cristalina
fuentes,!
¡blancos nácares de
armiño!
bajo luna, reluciente...
Resplandores
silenciosos
de ojos cuando se miran;
sentimientos que
suspiran
en los quehaceres
amorosos,
de dos almas que se
admiran.
Resplandores
son los besos
en las tinieblas oscuras
del alma son las
ternuras,
del corazón embelesos;
y del amor desventuras.
Resplandores
del amor
sobre el tiempo
caminando,
como nosotros dejando
fértiles semillas de
honor;
en el vergel madurando.
Resplandores
ya dormidos
sueñan con sueños de
nanas,
de madrigales floridos
cuando luceros vencidos;
perecen en las mañanas.
Resplandores
son los ojos
del tuyo, y el mío
mirar...,
cuando se quieren
consolar,
huyendo de los despojos;
que deja la vida, al
pasar.
Resplandores
es mi lira
sobre mis versos al
cantar
la historia de nuestro
amar,
cuando emerge florecida
la dulce rima de mi
soñar.
Resplandores
son los días
cuando fluyen sosegados
por el tiempo madurados;
llenos de amor y
alegrías
por besos purificados.
Resplandores son amores,
que exhiben su poderío,
como en el jardín las
flores
lucen sus bellos
colores;
con temple y con
señorío.
Resplandores
son las vidas
que soportan silenciosas,
el peso de muchas cosas
siempre tenaces y
erguidas;
antes su suerte
dichosas.
Resplandores
de bello azul
viste la luna enamorada
con corona plateada,
y un bello manto de tul
con nanas de madrugada.
Resplandores
son los besos
como la lira que loca
sobre potro se desboca,
en la fragua de los
besos;
cuando escapan de la
boca.
Resplandores
de nuestro amor
de la ya lejana niñez,
y camino de la vejez
aun son como tierna
flor;
¡¡negados a envejecer.!!
“”””””””””
Del libro publicado
(1.999)
ARCOS DE AZULES
ALBORADAS
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