(25-8-1.998)
(13) INVIERNO
-Cantos al Invierno-
<<Allá en lo alto
la luna,
lleva espejitos blancos
de tus escarchas
desnudas>>
.........................
Cuando
los blancos cristales
de las escarchas
heladas,
toman formas virginales
tras las tardes sosegadas,
aparecen relucientes
bajo el cielo
ennegrecidos,
nubarrones inclementes;
y rayos enfurecidos:
Caen del cielo
silenciosas
y sobre plumas montadas,
las pavesas caprichosas
de las espumas nevadas;
las que bañan con
blancuras
los valles y serrijones.
Invierno de casta pura
umbral de las
devociones,
donde ritos invernales
abren puertas
milagrosas,
para guardar los
caudales;
de tus savias virtuosas.
Tiempos
de lluvias y fríos
que se engendran sin
pereza
las esencias de tus
bríos,
en la tierra con
firmeza,
cuando dejas a raudales
la nieve blanca y
tupida,
que llena los
manantiales;
que le dan, vida a la
vida.
Llenos los fuertes
torrentes
que de tu sangre
acumulan,
licor que llena las
fuentes
de caudales que supuran,
para que después florida
emerja la primavera,
y luzca verde y pulida;
su belleza lisonjera.
Besan las fauces del
río,
espumas blancas
resbalando
¡caudal de libre
albedrío!,
son tus aguas caminando.
Y cantan en fría mañana
el ave-fría del prado
y alondras en la besana.
Y el rocío ha madrugado
al despertar la
alborada,
mientras la luz
deslizante
de la luna, sosegada;
mira el agonizante
destellar de los
luceros.
Días cortos y
abundantes,
abre puerta a los
camperos
vientos fríos
rutilantes,
que pululan sin cesar,
y a rayos del Sol,
dormidos
en su cuna crepuscular;
que darán luz a
oscurecidos
y densos hielos de
cristal.
Invierno tú que fecundo,
haces que en el erial,
emerja el manjar
profundo
de semillas maduradas;
que duermen en los
barbechos.
“””””””””””””
(2-9-1.998)
(14) SOLEDADES
Siento triste el pasar
del tiempo,
que camina y camina sin
parar,
el que da o quita a
nuestras vidas
a veces alegrías otras
soledad.
.............................
Pasa el
tiempo para después dejar
arrugadas huellas y las
heridas,
de la amarga y débil
soledad
que enmudece la lengua y
el alma;
y débiles los ojos no
pueden mirar.
Si el yunque no suena en
su espiral,
y ojos, y labios, oídos
y el alma;
entristecidos ya no
quieren soñar.
¡Es que triste va
llegando la soledad.!
Cuando los atrevidos
pensamientos,
atraviesan el mar de las
desventuras
y naufragan en orillas
del ocaso;
no encontrando en su
aventura:
de las luces del alma el
contenido.
¡Es señal que llega
nuestra soledad.!
Porque
cuando la ninfa de los sueños
se levanta de su urna de
cristal,
y nos mira compasiva en
nuestro lecho,
y se sienta silenciosa
en el umbral
de nuestro ardiente
pecho sudoroso,
que derrama con ardor en
su coraje
el humor que supura, el
alma herida,
por las lanzas dolientes
del olvido;
¡Llega entonces la fría
soledad!.
“””””””””””””
SONETO
Tal vez
las ya lejanas primaveras
nunca han de volver a
florecer,
ni alboradas dulces
al amanecer;
te dejaran las noches
mensajeras
Si
marchan las palomas volanderas
que fecundas viste a tu
lado crecer,
y solo el nido dejan
para querer;
y en el alma heridas
duraderas.
Caminar
del tiempo que inclemente
nos lleva al ocaso
lentamente,
y al olvido de las
oscuridades.
Sometida
el alma a penitente
que el olvido convierte
en tempestades,
y el pasar del tiempo en
soledades.
“”””””””””””
(10-9-1.998)
(15) ESPOSA Y MARIDO
Tú,
eres como silvestre flor
con pétalos de seda
fina,
y luna de blanca noche
y agua que en la mar
termina.
Yo soy
como rayo de Sol
de tarde que se
marchita,
y voy buscando el amor;
de la mujer más bonita.
Quiero
ser sombra de nube
y galopar sobre vientos
y ser paloma mensajera,
de tus dulces
sentimientos.
Tú eres
el amanecer
de luz purificada,
y son tus besos la savia
para mi amor salvadora.
Tu eres Sol, lucero y
luna,
y azulada agua del mar,
y tórtola que con su
arrullo;
me quiere de amor
llenar.
Tú eres
lucero del alba
que me ilumina al pasar,
tras de tu estela de
luces;
camina mi dulce soñar.
Cuando juntos
cabalgamos,
sobre potros desbocados,
ríos de agua de amor;
es nuestro amor
desbordado.
Cuando
juntos nuestros sueños
mueran de amor fecundados,
por el dulce sabor de
besos;
que nuestros labios han
dejado.
Si es
que juntos encontramos
los frutos de nuestro
querer,
entonces habremos
hallado;
el sosiego en nuestro
ser.
Desde niños prometimos,
amor eterno y sagrado
para ser uno del otro;
con respeto consagrado.
Desde
niños hemos sido
tú la rosa yo el clavel,
y ni el viento se ha
atrevido;
a invadir nuestro
vergel.
Al paso
de nuestras vidas
desde juventud a
madurez,
juntos hemos ido
dejando;
esencias de nuestro
querer.
Al paso
dejó el amor
claveles en nuestro
camino,
bañados por el cariño
que germinó nuestro
destino.
“””””””””””””
(16-9-1.998)
(16) HONDAS RAÍCES
Con el
bello colorido
que deja el tiempo al
pasar,
llegan los nietos
queridos;
que otra vez nos hacen
soñar.
........................
Sobre
nubes de algodones
con fina y blanca
textura,
renovadas ilusiones
someten a los corazones
los nietos con su
dulzura.
Como
potros desbocados
del alma brotan cariños,
que buscan los anhelados
sentimientos bien
guardados;
que escondimos cuando
niños.
Y
volvemos a escuchar
las melodías sonoras,
y de nuevo nuestro soñar
busca entre sueños
hallar;
estelas blancas de
aurora.
Reímos
los alborozos
y los llantos
caprichosos
de nuestros nietos
amados,
y hasta lloramos de
gozos
cuando están a nuestro
lado.
Albor
que al alma llena
de la pureza serena
a paternales consuelos,
dulzor que en la boca
suena
del nieto diciendo
¡abuelo.!
No
rinde el tiempo ufano
ni la cuidadosa mano,
tiembla para acariciar,
al tierno sentir humano;
que trae la vida al
llegar.
No finge
el tiempo juicioso
en su caminar tan fijo,
que lento y parsimonioso
nos rinde el placer
gozoso;
de ver que padre es tu
hijo.
La
estrella luminosa
que deja su estela ver,
quiere hacernos suponer
que la vida es
bondadosa;
si llegas a abuelo ser.
Cuando
brota a borbotón
la esencia del corazón,
del pecho noble supura;
con la fuerza de un león
naciente del alma pura.
Como
potro desbocado
va el destino guiado,
para buscar los cariños
del nieto cuando ha
llegado;
con su carita de
armiños.
Mi
cantar por madrigales
que como espiga
revienta,
entre los rubios
trigales,
es savia de manantiales;
que trae la negra
tormenta.
Fuerza pura e infinita,
amor que no se marchita,
dulce cariño de abuelos
que buscan con anhelos;
candor que el nieto
suscita.
“””””””””””
PASÓ LA
PALOMA
Con la
fuerza de un bravo león
quiero encontrar otra
vez candores,
que se llevaron mis
hijos mayores;
tras ley de vida, en su
evasión.
Ellos
me devolvieron la ilusión
replantando en mi jardín
las flores,
que llenan a mi alma de
amores
y de alegrías a mi
corazón.
Dejó la
paloma en su aleteo
sobre el arco azulado
del cielo,
las puertas abiertas de
la ilusión.
Y el
viento arranco como trofeo
una desnuda rosa de su
vuelo,
que se quedó prendida en
mi corazón.
De mi libro publicado
(1.999)
“arcos de azules
alboradas”
1 comentario:
Y este és el cuarto episodio de mis cuatro estaciones, las mismas ya fueron publicadas en el año (1999) en el libro que publiqué (ARCOS DE AZULES ALBORADAS)
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